¿Porqué Viajar? Parte 2 - Llegando al ahora
A través de los años, me quedó el arrepentimiento de haberme devuelto de
Francia. Desde mi punto de vista, tuve la oportunidad de mi vida y la
desperdicié. Realmente fue hasta hace muy poco que llegué a un acuerdo conmigo
misma sobre este tema: No estaba lista y no era mi momento. Sí, mi vida hubiera sido totalmente
diferente, pero no sería lo que soy hoy, no habría llegado a donde llegué hoy
sin todas esas pequeñas decisiones que durante este camino han cambiado drásticamente
mi rumbo.
A mi regreso nuevamente a Colombia solo estaba segura de una cosa, quería
viajar nuevamente. Así que me matriculé en la universidad para estudiar
Hotelería y Turismo. Sin embargo, la
vida nunca va como planeamos y esperamos y tuve que esperar varios años para
poder empezar a viajar nuevamente.
Por azares de la vida, o sería el destino, terminé trabajando en
exportaciones. Era el trabajo ideal en
realidad ya que en general, se debe viajar mucho, aun mas cuando, como yo, se
estaba en el área comercial.
Lastimosamente la suerte no me acompañó tanto como yo quería, o mas bien soy demasiado ambiciosa; en todo caso, aunque si tuve la oportunidad de
conocer otros países mientras viajaba por temas laborales, nunca fue suficiente para mí.
Cayambe - Ecuador |
Así fueron pasando los años y a medida que la cuenta aumentaba, también mis
frustraciones lo hacían. Paralelamente, y como a todos, tuve momentos
personales muy duros que me hicieron cuestionarme muchas cosas. Uno de estos momentos, y el más
trascendental, ocurrió mientras vivía en el Ecuador. Este país lo llevo muy cerca de mi corazón, porque fue allí donde por primera vez me abrí a mí misma y me di la oportunidad
de sanar. Ecuador tiene una energía increíble, es uno de los lugares donde más
cerca me he sentido de la pacha mama, con quien tengo una conexión muy fuerte.
En sus tierras, me sentí por fin merecedora de todas las bendiciones que el
universo nos da y empecé a reconstruirme de adentro hacia afuera. Claro esto ha sido un proceso el cual todavía
continúa, pero me ha abierto los ojos a muchas cosas y ha cambiado mi visión de
otras.
Así fue como Andares – Viajando entre sueños comenzó a tomar forma
nuevamente, no como originalmente lo tenía pensado, sino como un relato de mi
viaje, no solo a mi interior, sino que también, a todos aquellos lugares que he
conocido y que espero todavía conocer.
La mirada que tengo ahora es muy diferente a la de hace 10 años. Ahora, me he dado cuenta que el viajar, para mí
por lo menos, está muy unido a los sentimientos. Cada lugar que he visitado me trae recuerdos
muy claros que he asociado a momentos diferentes de mi vida. Las personas, paisajes y actividades que
realicé, están todas mezcladas con emociones y pasiones y eso es lo que más me
gusta, porque soy una persona apasionada y visceral, con todo lo bueno y lo
malo que eso conlleva.
Así que todo esto me ha llevado al ahora.
Acompañada toda mi vida del mismo sueño, hace unos 6 meses hice
otra evaluación y me di cuenta que si seguía como iba, este sueño nunca se
materializaría; y lo que es peor aún, al final de mis días tendría una larga
lista de arrepentimientos de cosas que quise hacer y nunca logré.
Entonces, ¿Esto donde me deja? Con la firme convicción que si trabajo y me
enfoco lo podré hacer, que, si me doy permiso y me libero de mis implicaciones
con mis ancestros, podré lograr todo lo que quiero y más.
¿Qué sigue? ¡Ponerlo en marcha! En mi próximo post les contaré como he ido
dando forma a este nuevo plan loco.
Realmente no son fórmulas mágicas; es simplemente fijarte una meta e ir
construyendo poco a poco un camino para llegar a ella.
Esta canción, en la versión de Lali fue perfecta para mi historia
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